Cuando vimos las posibilidades que tenía esta vivienda-comercio, situada en uno de los parajes más bonitos de Asturias, supimos que a pesar del reto que supone restaurar este tipo de edificios y gracias a unos dueños que se han dejado asesorar y no ha reparado en gastos a la hora de restaurar las piezas importantes, el resultado iba a ser extraordinario.
Partiendo siempre de la idea de mantener el estilo rustico y recuperar tanto la piedra natural como la madera centenaria, el cambio sufrido es más que notable. Por suerte esta vez tenemos fotos de cómo era el estado de la casa cuando comenzamos la rehabilitación.
Piedra y madera natural es lo que mejor define la obra, detalles como griferías en forja o lavabos de loza rustica dan los toques en el baño. La cocina, que nosotras denominamos “de obra”, prescinde totalmente de los muebles y se realizan divisiones con ladrillo para que posteriormente se puedan añadir baldas y cortinas tan típicas en los hogares rústicos.
Como en toda vivienda de pueblo que se lo puede permitir, la chimenea de obra es otro de los cambios sufridos aquí, para calentarse en los fríos días de invierno con unas vistas espectaculares.
Hubo alguna modificación en la distribución interior, incluso se añadió un baño y un vestidor con zona de relax en el dormitorio principal, pero siempre manteniendo la esencia de vivienda rustica.
El aporte de luz extra lo hemos conseguido limpiando la piedra y restaurando todos los techos, pues en los inicios la casa era bastante oscura, pero no se puede negar que el resultado consigue dar la sensación de amplitud.